sábado, 11 de mayo de 2013

Canonización de la Madre Laura Montoya

El día 12 de mayo de 2013 será elevada a los altares la Madre Laura Montoya, santa colombiana que veló por los marginados y olvidados de la sociedad en su época: los indígenas. Para nosotros como colombianos es una gran alegría el ver que tendremos a nuestra primera santa y una motivación más para buscar el camino de la santidad al cual todos hemos sido llamados. Aquí ponemos unos apartes de su vida. 


La Madre Laura Montoya Upegui nació en Jericó, pequeña población del departamente de Antioquia (Colombia), el 26 de mayo de 1874, en el hogar de Juan de la Cruz Montoya y Dolores Upegui, una familia profundamente cristiana. Tenía dos años cuando su padre fue asesinado por defender la religión y la patria. Dejó a su esposa y a sus tres hijos en orfandad y dura pobreza, pues los bienes fueron confiscados. De labios de su madre, Laura aprendió a perdonar y a fortalecer su carácter con cristianos sentimientos; el conocimiento y amor de Dios despuntaron en su alma desde tierna edad y Él se le dio a conocer en hondas experiencias trinitarias que la llevaron en continua ascensión hasta las alturas de la mística. 
A la edad de 16 años ingresa en la Normal de Institutoras de Medellín para ser maestra y de esta manera ganarse el sustento. En 1914 funda una familia religiosa: las Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena. En su Autobiografía escribe: "Necesitaba mujeres intrépidas, valientes, inflamadas en el amor de Dios que pudieran asimilar su vida a la de los pobres habitantes de la selva, para levantarlos hacia Dios". 
Con su palabra y su ejemplo formó el corazón de sus discípulas en el amor a la Eucaristía y en los valores cristianos. Comprende la dignidad humana y la vocación divina del indígena; por eso se inserta en su cultura y quiere vivir como ellos en pobreza, sencillez y humildad, y de esta manera derribar el muro de discriminación racial existente. Su obra apostólica rompió esquemas para lanzar a la mujer como misionera en la vanguardia de la evangelización en América Latina. 
La Madre Laura vive para la Iglesia, a la que ama entrañablemente, y para extender sus fronteras no mide dificultades, sacrificios ni humillaciones. Después de una larga y penosa agonía, murió en Medellín el 21 de 1949. En la actualidad las Misioneras trabajan en 19 países de América, África y Europa. 
Madre Laura recibe el título de Venerable el 22 de enero de 1991. El 7 de julio de 2003 es promulgado el decreto de su beatificación. El 25 de abril de 2004 en la Plaza de San Pedro en Roma, es beatificada por el papa Juan Pablo II. 

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